Notas (por Chema Tornero):
El primer volumen de The Jam-Tonic Sessions es probablemente la historia de un relativo triunfo sobre la adversidad, donde la adversidad consistió esencialmente en la tremenda desorganización y exceso de optimismo de las cabezas pensantes detrás de todo esto. Y el relato de cómo sucedió es el siguiente: No recuerdo quién propuso primero que grabáramos "algo". Tampoco es que la idea fuese de Premio Nobel. Jose Mari tenía un estudio (Mikima Records), casi a estrenar. Javi había estado recientemente con los chicos de la Junior Jazz Band y yo acababa de grabar allí el primer trabajo del trío 3Q3 del que formo parte. Una experiencia muy satisfactoria en lo artístico y muy eficaz en lo logístico. Total, que blanco y en botella.
La cosa empezó a complicarse cuando "grabemos algo" pasó a convertirse en "grabemos... ¿qué?" Nosotros no somos un grupo al uso. Somos la banda base de una jam-session y nos unen, más que criterios artísticos, una filosofía general acerca de cómo entender la música (en particular el jazz) y sus alrededores.
Así que, tras hablarlo y pensarlo un poco antes de Semana Santa, decidimos algunas cosas:
- Que contaríamos, primordialmente, con los músicos invitados a abrir y cerrar nuestras jam sessions en Triana (cantantes casi todos), como reconocimiento y deferencia por su colaboración desinteresada.
- Que nosotros escogeríamos los temas. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
- Que los arreglos serían (al menos en su inmensa mayoría) originales.
No tardaríamos mucho en darnos cuenta de que "arreglo" es un concepto demasiado amplio. La idea original era tener los arreglos preparados durante Semana Santa y grabar todo en varias sesiones durante la semana de Feria. Cómo pasamos de eso a grabar a más de veinticinco músicos durante dos meses y medio es algo que ni siquiera yo, habiendo sido parte integrante de esta bendita locura soy capaz de recordar con claridad. Lo que sí puedo recordar es algo de la historia individual de cada tema, y eso es lo que quiero compartir con vosotros en estas líneas.
Esta historia de amor (a menudo) y de odio (en ocasiones) con estos doce temas que han sido, sin duda, el mayor desafío musical y creativo al que me he enfrentado por ahora. Que tampoco es decir mucho, siendo sinceros. Pues aquí tenéis los hechos. Todo lo que se cuenta aquí es verdad. Pero, eso sí, no es TODA la verdad. Que tampoco es plan de ir por ahí perdiendo amigos, digo yo.